a Marea Rosa Mexicana marca el final de la prolongada luna de miel entre el régimen obradorista y la opinión mundial, escribe Gustavo de Hoyos Walther.

El Financiero

La Marea Rosa Mexicana es reconocida ya en todo el mundo. Por sus objetivos y estrategias se parece a otros movimientos democráticos en el orbe. La Primavera Árabe sin duda es un referente esencial. Se trató de una revuelta pacífica y cívica en contra de regímenes ostensiblemente autoritarios en el Medio Oriente y en el Maghreb. El movimiento captó la atención global porque la posibilidad de establecer la democracia en esa región del mundo se había visto con mucho escepticismo. Pero los jóvenes árabes tenían otros planes. El fracaso de la promesa de la Primavera Árabe no se debe a los rebeldes, sino a lo descarnado de la respuesta por parte de gobiernos tiránicos.

Otro antecedente cercano en el tiempo es, sin duda, el movimiento conocido como la Revolución Naranja: una serie de protestas y de llamados a la desobediencia civil que tuvieron lugar en Ucrania durante el 2004 y 2005. Quizás este último movimiento social se asemeje más a la gran Marea Rosa Mexicana, pues tiene su origen en una disputa electoral que fue resultado de un fraude perpetrado, probablemente con la ayuda del gobierno ruso, en favor de Víctor Yanukóvich. Ese es el gran antecedente de los problemas actuales en Ucrania. Como la Primavera Árabe, la Revolución Naranja consiguió muchos aliados y amigos en el exterior.https://d-27947371581877864058.ampproject.net/2302271541000/frame.html

En el caso de la gran Marea Rosa Mexicana no fue sino hasta recientemente que logró captar la atención internacional. En efecto, el pasado domingo una gran cantidad de medios internacionales cubrieron las múltiples manifestaciones que ocurrieron en plazas y calles no sólo en México sino en muchos países del mundo.

Importantes personalidades, como David Frum en la influyente revista Atlantic Monthly o, más recientemente, Samantha Power, reconocida intelectual y funcionaria estadounidense, se han manifestado en favor de nuestro movimiento cívico y democrático. Incluso el Departamento de Estado norteamericano publicó un comunicado dándole la bienvenida a la Marea Rosa Mexicana. Se dice también que la escritora, Anne Applebaum vino, en parte, a cubrir la reunión masiva en el Zócalo capitalino.

Con esto se acabó la prolongada luna de miel entre el régimen obradorista y la opinión mundial. Por una serie de malentendidos, las múltiples infamias del obradorismo habían pasado desapercibidas por los medios y gobiernos en otras naciones. Ya no es el caso.https://d-27947371581877864058.ampproject.net/2302271541000/frame.html

De ahora en adelante, la mala prensa del gobierno en todo el mundo se profundizará y aumentará, sobre todo cuando se comience a saber más sobre todas las afrentas que ha perpetrado contra diferentes sectores de la sociedad mexicana: desde lo más pobres – que ahora son más pobres – hasta las víctimas de la pandemia pasando por los niños con cáncer. Si todo esto se supiera de manera más clara el repudio mundial contra López Obrador y su gobierno sería mucho más ostensible.

Pero no podemos esperar a que esto suceda. Nosotros, los amigos de la democracia liberal, no debemos seguir conduciéndonos como si el mundo no existiera. El mundo existe y ahora es nuestro aliado en la lucha por la dignidad, la justicia y la libertad. Nuestro movimiento necesita de una estrategia de diplomacia pública que pueda explicar a las naciones del mundo los desafíos que plantea el populismo autoritario practicado por el actual régimen, así como los planes que tenemos para llevar al país hacia un futuro promisorio.

Algo que indudablemente debemos hacer es preparar a las organizaciones de derechos humanos en el exterior, a los corresponsales extranjeros en México y a los gobiernos democráticos en otras latitudes para que vigilen de manera sin precedente la jornada electoral del 2024. Así, en caso de que el obradorismo pretenda hacer fraude electoral o tergiversar el resultado, la Sociedad Internacional pueda testificar en contra e informar con exactitud lo que está sucediendo. Todo esto, sin embargo, debe planearse desde ahora.

Quienes queremos un mejor México ya no estamos solos. Nos acompañan hombres y mujeres de bien en todo el planeta.

La Marea Rosa Mexicana ya es de todos.

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