Remedios Solidarios frente a la pandemia

Artículo escrito por Gustavo de Hoyos Walther, Presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana – COPARMEX

Twitter: @gdehoyoswalther

De China al mundo se expandió el Covid-19 dejando a su paso una estela de enfermedad, dolor y muerte. En
México, en gran parte por una estrategia de salud pública mal planeada, el virus causó enormes estragos, en
pérdidas de vidas y en la actividad económica.

Antes de la llegada del Covid 19 a nuestro país ya estabamos en recesión técnica. La pandemia no hizo sino acelerar el deterioro de nuestra economía. Como ocurre siempre con las crisis, los que menos tienen han sido los más afectados. A la fecha, se han perdido en México 1,117,584 empleos y decenas de miles de negocios han tenido que cerrar por falta de liquidez.

En estos tiempos de emergencia, la solidaridad, la empatía y los esfuerzos conjuntos son elementos fundamentales para salir adelante sin dejar a nadie atrás. Ante este contexto, la Confederación Patronal de la República Mexicana se ha dado a la tarea de intensificar sus esfuerzos por promover el diálogo social, la protección de los empleos, los ingresos y el bienestar de las familias, así como la sobrevivencia de las empresas. Bajo esta óptica, una de nuestras principales aportaciones para superar juntos la pandemia ha sido la promoción de los Remedios Solidarios, una iniciativa que plantea, de manera colaborativa y resiliente, el compromiso para conservar empleos e ingresos en riesgo.

Muchos países han adoptado medidas similares por lo que la implementación de esta iniciativa también apuesta por el intercambio de mejores prácticas a través de la cooperación internacional, que hoy más que nunca es tan necesaria y urgente para construir sociedades y regiones fuertes, rumbo al camino de la recuperación económica, la prosperidad y el crecimiento en conjunto.

Remedios Solidarios plantea un esquema de participación tripartita en el que trabajadores, gobierno y empresas unen esfuerzos con el fin de preservar empleos, bajo tres modalidades: el Salario solidario, el Seguro Solidario y el Bono Solidario.

El Salario solidario plantea que el gobierno pague una parte del salario del trabajador formal, el patrón paga otra proporción del salario y el trabajador acuerda recibir una proporción menor del mismo.

El Salario solidario está dirigido al apoyo de las empresas que, por seguir las medidas sanitarias locales, tuvieron que cerrar sus operaciones. Aquellas cuyo giro no era “esencial”. El Salario solidario ayudaría a mitigar el cierre de empresas y el despido de millones de trabajadores formales. La medida tendría un costo de implementación estimado de 0.7% del PIB.

El Seguro solidario se plantea como un apoyo equivalente a un salario mínimo general para todos los trabajadores formales que hubieran perdido su empleo, por un periodo de seis meses como máximo o antes si el trabajador encuentra un nuevo empleo. Su costo estimado sería de 0.1% del PIB.

El Bono solidario consiste en otorgar un incentivo a la contratación de empleo formal con el fin de recuperar la pérdida de empleo registrada. Una contribución del gobierno equivalente a una proporción del salario del trabajador contratado por un periodo de tres meses. El costo del Bono solidario podría crear 300 mil empleos formales y su costo estimado sería de 0.025% del PIB.

La implementación de los Remedios Solidarios tendría un costo total aproximado al 1% del PIB.

La Coparmex, con la certeza de que solo saldremos adelante de la pandemia en unidad y con un verdadero pacto social, seguiremos trabajando por el bien común y exhortando a todos los actores de la sociedad a unir esfuerzos y capacidades por el bien de México, de los trabajadores, de las familias y de las empresas mexicanas; siempre convencidos de que con resiliencia, empatía y espíritu colaborativo podremos trazar la senda hacia la estabilidad, la recuperación económica y la mejora en las condiciones de vida de todos los mexicanos.

En este contexto, y en el ámbito iberoamericano del que México forma parte, hacemos un nuevo llamado a asumir con responsabilidad los retos que el México de hoy enfrenta. Dejar atrás la opacidad y los discursos mesiánicos, demagógicos e ideológicos y transitar hacia acciones efectivas de gran impacto que contribuyan a la construcción de una sociedad justa, próspera y con equidad.