El presidente Pennywise

Los eventos de violencia extrema ocurridos en Lagos de Moreno, Jalisco, fueron seguidos de la cruel indiferencia de López Obrador. Bien merece ser llamado el Presidente Pennywise.

En la novela It (por su nombre en inglés), escrita por Stephen King -sobre la cual se hicieron unas películas inquietantes-, el principal personaje es un siniestro payaso llamado Pennywise. Su risa es el preámbulo de actos indecibles que ejecuta contra jóvenes que lo creen real cuando sólo habita en su mente.

No fue difícil evocar a esta figura del terror juvenil al contemplar la risa de López Obrador ante la pregunta que le hiciera un periodista sobre los asesinatos de jóvenes en Lagos de Moreno. Entre las bajezas que ha exhibido López Obrador en su mañanera, esa risa debe contarse como uno de los momentos más tétricos y lúgubres de su mandato.

Llamarle indiferencia ante el dolor ajeno a la actitud del presidente es ser demasiado indulgente. Lo suyo ya raya en la crueldad. 

Hay que saber cuándo estamos frente a lo inédito. Indudablemente, en algunos Gobiernos anteriores los niveles de inseguridad llegaron a ser altísimos y la reacción de los mandatarios en turno no siempre fue la más indicada. Esto tiene diversas explicaciones. Lo que no habíamos presenciado antes es la increíble expresión de sorna de un Presidente ante las noticias de atrocidades como las que ocurrieron en Jalisco.

Sabemos que la política del Presidente está fracasando, pues el número de hechos violentos en su sexenio continúa creciendo. Pero no sólo eso: el término atrocidad ya se está convirtiendo en la categoría que explica mejor lo que ha estado sucediendo durante el obradorismo. Una atrocidad no es cualquier acto violento. Se trata, más bien, de una acción de una brutalidad tan desmesurada que convoca nuestra instintiva indignación. Son acciones que contradicen nuestra humanidad. Por su reacción ante estos hechos, debemos concluir que el Presidente que se dice humanista ha resultado ser el más deshumanizado.

En el caso de los jóvenes asesinados en Lagos de Moreno, sabemos que fueron torturados y vejados. Así lo indica una terrible fotografía que hace estremecer a cualquier persona con conciencia. Sus restos fueron encontrados en un automóvil incendiado y fueron posteriormente reconocidos por sus familiares. Su dolor es nuestro dolor.

Aunque hay ya una investigación en curso, los primeros indicios apuntan a que se trata de un acto en el que está implicado el crimen organizado. Es indispensable que esta atrocidad sea aclarada cuanto antes y que los culpables sean castigados de acuerdo a nuestras leyes. Pero también es importante evitar que, en el afán de encontrar culpables a la medida, se proceda contra gente inocente. 

Es casi imposible terminar esta nota con un gesto de optimismo. La reacción del Presidente indica que no cambiará su estrategia fallida en lo que resta de su sexenio. En un ambiente crispado por la cercanía en el tiempo de las elecciones del 2024, la violencia podría escalar en los próximos meses, dejando a su paso incontables víctimas. Todo presidido por la tétrica sonrisa del Presidente Pennywise.

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